Poema XXVII
Otra caminata por medio del averno,
solo guiado por la hermosa ilusión de conocerte,
como soy solo un espíritu vagando
no puedo mas que soñar con verte de lejos.
Veo en mis sueños tu bello rostro
y aun cuando nunca te escuche
siento tu voz llamándome,
conduciendo la cura de mi alma.
Vuelvo a caer por el dolor de mi sangre
que convierte mi piel en dolor,
mis lagrimas en quejido y
mi cuerpo en una herida ambulante.
Es cuando tu apareces y como un ángel
de belleza y bondad cuidas cada uno de mis pasos
hasta que sacas de mi la angustia y conviertes,
el dolor en esperanza y la soledad en oración.
Diego
Hernán Raquita
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2014.- DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR.-
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