Plan fallido
En este mundo que cree
para escapar de mí mismo,
Había una rendija,
una falla letal para mis planes.
Planes que idee con mi alma
como cómplice
con la única meta
de no volver a provocar
ni a sentir dolor.
Era la trampa perfecta
nadie podía entrar, ni ver,
ni escuchar, ni siquiera
sospechar que había en ella.
En el viento subía y bajaba
sin pedir permiso,
solo yo...
mi nube, mi caminar,
mi música y mis letras.
Pero un día cayó un ángel
escondiendo todo el tiempo
sus alas y sus poderes
se metió en mi mundo sin pedir nada.
Solo miro, río, acompaño,
llenando mi nube de colores
el sol se enfureció por qué
ella llenó de luz mi mundo.
La luna reía con ella
llenando las paredes de letras
sin rencores, ni exigencias,
solo amor y letras.
Unos días viento y lluvia
otra paz y armonía
siempre juntos
tomados de La misma ruta
sin saber el destino.
Hoy mi nube está repleta
de ella sin sombras, sin penas
compartiéndolo todo y nada,
siendo el remedio que nos cura
la belleza y el cuidado del otro.
Belleza echa abrazos limpios,
besos invisibles, mimos al alma
que ya no sufre que ya no piensa
solo se sitúa entre los brazos
Dejándose aplastar por un abrazo.
Diego